100 de suerte, Capítulo 1. El Mensaje Ominoso

¡Escúchenme ahora, mortales de este mundo! ¡En treinta años a partir de ahora, una especie belicista envolverá su planeta y traerá devastación a su civilización!

Cuando cada humano en la Tierra escuchó este mensaje ominoso resonando dentro de sus mentes, fue recibido con varias reacciones. Algunos lo pasaron como una broma jugada por su imaginación, otros como una pesadilla, y muy pocos se lo tomaron en serio, pero aquellos que lo hicieron muy pronto se darían cuenta que era bastante real.

Cuando lo escuché, yo estaba en medio de un juego llamado Dragon Hunt. Ese extraño mensaje hizo que perdiera la concentración por un segundo. No esquivé a tiempo y así terminé como un delicioso bocadillo para el jefe final en el segundo calabozo más difícil en el juego. Y así, cerca de tres horas de esfuerzo gastado para llegar hacia a ese punto se fueron a la basura. No habría sido tan malo si hubiera estado con un grupo, pero estaba jugando solo en el momento.

La conmoción fue tan grande que me quedé boquiabierto frente al monitor por cinco minutos hasta que la advertencia AFK saltó en el medio de la pantalla. {AFK=Alejado del teclado}

Suspiré y la cerré. Después de unos cuantos clics al azar en mi personaje, le di a conocer al sistema que aún seguía ahí.

"¡Marius! ¿Sacaste la basura como te lo pedí?" gritó mi mamá desde la cocina.

Gimiendo, levanté mi flojera de la silla. Inmediatamente, mis dolorosos huesos y músculos me advirtieron que estuve sentado por un largo tiempo. Me estiré un poco, tratando de hacer que se fuera el dolor. Una vez en cuanto estuve despejado, caminé hacia afuera de mi cuarto y fui a la cocina. Mirando la bolsa de basura debajo del fregadero, me di cuenta de que había olvidado hacerlo tal y como me habían dicho. Otra vez entonces, no podía recordar cuando fue que mamá me pidió que la sacara en primer lugar.

Frotando la parte de atrás de mi cabeza, respondí "Lo olvidé… "

Mi mamá estaba junto a la estufa, bajando la flama debajo de una olla. Después de un largo suspiro, ella lanzó una corta mirada hacia mí.

"Lo siento. Me distraje." Me encogí de hombros.

"Ve y llévala afuera ahora." Ella me dijo con una voz calmada, pero muy profundo, sentí la abrumadora presión e instintivamente supe que más que una petición, era una orden.

Caminé de vuelta a mi habitación, le di unos cuantos clics a la pantalla para resetear el tiempo de AFK y entonces fui a tirar la basura. 

Mi familia vivía en un apartamento de tres habitaciones en un edificio de cuatro plantas en el medio de Bucarest, la capital de Rumania. Me veía a mí mismo como un suertudo por tener un elevador en el edificio porque el subir y bajar escaleras en un edificio de cinco pisos no era mi idea de diversión, sin mencionar que si hubiese sido de esa manera, habría estado tarde para resetear el tiempo de AFK sin importar que tan rápido subiera y bajara las escaleras. 

Los botes de basura estaban detrás del edificio. Después de deshacerme de la basura, me apresuré de vuelta, esperando que el temporizador AFK no decidiera sacarme del calabozo. Si estuviera en un grupo, no tendría ese problema. Usualmente, yo iba a los calabozos junto con un par de mis amigos en línea y compañeros de gremio, y no nos tomaba más de media hora alcanzar el jefe final, pero solo era una verdadera y angustiosa pesadilla. 

"¡Estoy de vuelta!" dije mientras abría la puerta. 

"Marius, ¿escuchaste una extraña voz hace un rato? El reportero del reparto de noticias dijo que mucha gente lo hizo." Preguntó mi mamá mientras miraba hacia mí un poco preocupada.

Levanté una ceja. 

"Erm, ¿qué voz?" Le pregunté y me intrigaba si se trataba del culpable que causó que fallara contra el último jefe. 

"Dijo algo de que una especie belicista atacará el planeta en 30 años." Fue lo que me dijo.  

Ahora que pienso sobre ello, sí escuché algo como eso, ¿pero realmente dijo algo tan absurdo como eso?

Incliné un poco la cabeza en respuesta, sin tomarle mucha importancia, pero eso hizo que me preguntara si no era solo algún tipo de broma. Con toda la tecnología que tenemos en nuestra casa, no habría sido sorprendente si alguien simplemente hackeara nuestra red y mandara el ominoso mensaje al mismo tiempo a través de todos los altavoces.

Mi madre me mostró una expresión preocupada después de que respondí. El reporte de noticias de la televisión no estaba haciendo las cosas fáciles más que el mismo mensaje había venido de todas partes del mundo. Los canales de noticias de la televisión y el internet explotaron. 

"De seguro es solo una broma masiva, madre." Le dije con una sonrisa torcida, esperando que se calmara. 

"No creo que sea una broma…" Dijo ella al mismo tiempo que se sentaba en frente de la televisión. 

Suspiré y sacudí mi cabeza.

Dale algo de tiempo. Cuando el culpable de esta broma vaya a ser delatado, las cosas se van a calmar y todos se van a reír cuando recuerden estos momentos. O es lo que pensaba. 

"¡Madre! ¡La olla cocinándose esta hirviendo!" Grité mientras me apresuré y moví la sopa con la cuchara de madera cercana. 

"¡Gracias, Marius! Yo lo haré desde aquí." Ella me dijo. 

Suspiré en alivio y me fui a mi cuarto. 

"¡Oh, mierda! ¡El temporizador!" me di cuenta y salté al teclado para presionar enter. "Sigh… Salvado al último segundo." Eso dije mientras me sentaba. 

Era tiempo para una segunda ronda contra el jefe final.
puedes leer hasta el capítulo 90 con una buena traducción en:
https://dankitraducciones.blogspot.com/p/100-luck.html
página del autor, inglés.
https://thesylthorian.com